Reto Módulo 4: ¿Qué puedo hacer yo? Igualdad en las AAPP

Esta semana nos invitan a reflexionar sobre las acciones que podemos desarrollar desde nuestra posición como empleadas y empleados públicos para impulsar la igualdad entre mujeres y hombres.

La primera de ellas es tratar de internalizar el uso del lenguaje inclusivo desde la perspectiva del género, y del lenguaje no sexista. En ocasiones resulta difícil adaptar nuestra forma de expresarnos, sobre todo en la comunicación hablada, cuando el tiempo que transcurre entre el pensamiento y la palabra son más breves que en el caso de la comunicación escrita. Por ello, creo que la comunicación escrita podría ser el punto de partida para integrar el lenguaje inclusivo en nuestro día a día. Todo ello sobre la base del conocimiento de técnicas para el uso de lenguaje inclusivo, como las que se nos han facilitado en el Cuadernillo de lenguaje inclusivo.

La segunda de ellas, relacionada también con la comunicación, es tratar de garantizar que las cuestiones, ideas o reflexiones que susciten hombres y mujeres sean tenidas en cuenta por igual en la toma de decisiones de una unidad administrativa. Por ejemplo, en el caso de las reuniones, se trataría de organizar el tiempo de manera que no se produzcan interrupciones cuando hablan las mujeres. Este fenómeno ha dado mucho de que hablar en los últimos años. Investigando en Internet he encontrado una app para la detección de estas interrupciones, que proporciona datos analizando conversaciones a las que accede a través del micrófono del teléfono móvil (http://www.womaninterruptedapp.com/es/). Puede parece algo anecdótico, pero sirve a los objetivos de visibilizar este fenómeno y recabar datos acerca de él, 2 cuestiones esenciales para hacerle frente. 

La tercera acción para impulsar la igualdad como empleada pública sería en la toma de decisiones relativa a la formación de equipos de trabajo. Esta acción se encontraría alineada con el objetivo de presencia equilibrada entre hombres y mujeres en los lugares de trabajo, y puede ofrecer ventajas en la toma de decisiones derivadas de la diversidad en los equipos (más puntos de vista, más experiencias...). Por ejemplo, a la hora de seleccionar al profesorado para cursos de formación en un Ministerio, podría tenerse en cuenta el objetivo de presencia equilibrada de hombres y mujeres.

La cuarta acción estaría relacionada de forma directa con mi ámbito profesional, que es el presupuestario. Con motivo de la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, las unidades en los Ministerios presentan a las Oficinas Presupuestarias datos sobre el impacto de género de sus programas de gasto. El impulso a la igualdad como gestora de estos datos en a Oficina Presupuestaria consistiría en el análisis de los informes presentados por las unidades administrativas a modo de revisión, para determinar si cumplen los estándares mínimos necesarios en los informes de impacto de género. 

En definitiva, creo que se trata de introducir pequeños cambios en nuestro día a día como empleadas y empleados públicos. Toda acción deliberada debe partir de la conciencia de nuestro papel en la organización administrativa como impulsoras e impulsores del cambio.